Según publicó el portal de noticias sudafricano BusinessTech, la cartera de inversiones en este ámbito, anunciada por el Gobierno y ascendente a 340 mil millones de rands (más de 21 mil 841 millones de dólares), contiene 62 acciones vinculadas a programas de energía, agua y saneamiento, entre otros.
Sin embargo, de esos proyectos hasta el momento fueron completados ocho, 40 están en marcha, mientras 14 están atrasados, reveló el informe de la entidad financiera que monitorea el progreso de las acciones.
En particular resalta que el lanzamiento de un proyecto por valor de miles de millones de dólares, para aportar dos mil megaWatts al sistema energético nacional a la mayor brevedad, está demorado por pleitos judiciales vinculados a la empresa estatal Eskom.
Ello se produce en medio de una situación tensa en este apartado, pues de acuerdo con la publicación, Sudáfrica se dirige a un año récord en materia de cortes de energía disruptivos, debido a la incapacidad de la empresa de servicios públicos para satisfacer la demanda de la nación más industrializada del continente.
El aumento de la inversión en infraestructura respalda los planes presentados por el presidente Cyril Ramaphosa en octubre de 2020, con la intención de impulsar la tasa de crecimiento económico del país luego de la mayor contracción en un siglo, debido al impacto de la Covid-19 y la crisis internacional asociada a esta.
Según datos del Fondo Monetario Internacional publicados en febrero, la inversión como porcentaje del producto interno bruto sudafricano ha estado en declive desde 2016.
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