El RPA partió de un análisis de requerimientos, indicadores y criterios en función de bienes y servicios ecosistémicos, con el aporte de especialistas y docentes de los ministerios de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), y de Turismo (Mintur), así como la universidad de la occidental provincia de Matanzas.
Frank Huerta, representante del grupo coordinador de Ecovalor en el sector turístico matancero, explicó a Prensa Latina que el lauro se creó en 2009, como respuesta a que 82 por ciento de los visitantes de este polo tiene como principal motivación la playa.
“El Reconocimiento…es un esquema de carácter local, iniciado en Varadero y su aplicación incluye instalaciones hoteleras ubicadas en la primera línea de playa. En la actualidad se aplica en otras regiones cubanas como en cayo Santa María, en la provincia de Villa Clara (centro)”, amplió.
Este Sistema del RPA, abundó, parte de tres premisas como el Manejo Integrado de zonas costeras, enfoque unitario de las gestiones ambiental y turística; y la playa, que como principal recurso, debe ofrecer condiciones que permitan preservar su calidad, y adecuadas imagen y recreación sana.
“Varadero se ha desarrollado impetuosamente en los últimos años como un clásico enclave de sol y playa, con excelentes cualidades, mantenidas gracias a una rigurosa planificación territorial y permanente control de las actividades terrestres y marinas que conforman el producto”, destacó Huerta.
Según el funcionario, en el RPA se definen indicadores como el ambiental, el cual incluye calidad del aire, disposición de los residuales líquidos, limpieza de la playa, protección de la duna, e inexistencia de plantas exóticas invasoras a favor del uso de especies nativas y conservación la fauna.
A ello se une la calidad de los servicios a visitantes y la seguridad de los clientes mediante un cuerpo de salvavidas, servicio de vigilancia, adecuada gestión de riesgos, y un plan de acción que permita enfrentar la adaptación y mitigación al cambio climático.
Huerta especificó como otros requerimnientos la información y educación ambiental, así como el ordenamiento de la franja playera.
Completan los requisitos disponer de carteles o panel informativo ubicados en los principales accesos a la ribera, como mínimo en dos idiomas; capacitación de directivos de la entidad y personal que labora en el área de costa; y evaluación de los resultados de la calidad percibida por los vacacionistas.
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