El militante comunista y alcalde de la comuna (municipio) de Recoleta, de la capital chilena, se refirió al tema en una conferencia realizada por el Movimiento Nuevo Perú (NP).
En el encuentro participaron también el secretario general de NP, Enver León, y la excandidata presidencial de ese movimiento Verónika Mendoza.
Jaude descartó que el momento constituyente sea producto de un estallido social o un hecho aislado.
Es resultado de un proceso de 30 años de lucha histórica posterior a la dictadura de Augusto Pinochet (1974-1990) y su salida pactada con la derecha.
Agregó que esa lucha se desarrolló con movilizaciones crecientes en las calles, con las mismas demandas de hace tres décadas, a favor de la salud universal y el sistema educativo públicos y de calidad, entre otras.
Según el expositor, el proceso que llevó a la actual Convención Constituyente chilena no fue espontáneo ni carente de conducción y propuestas, como sostiene el discurso neoliberal para quitarle el protagonismo a los movimientos sociales, los partidos y, en la última etapa, el pueblo movilizado.
“Había una Constitución impuesta a sangre y fuego que no se podía cambiar. Algo que se parece mucho a la realidad peruana y de otros países latinoamericanos. Fue un proceso social y político lo que llevó al proceso constituyente”, aseveró Jaude.
Denunció que las fuerzas de derecha, al no poder criticar los contenidos del proyecto de la nueva Constitución pretenden instalar, con la ayuda de medios de comunicación afines, que la Convención no es seria, carece de capacidad técnica y lo está haciendo mal.
“Les puedo asegurar que ha sido un proceso ejemplar y que los contenidos son un buen punto de partida. Y, si la aprobamos, vamos a poder cambiarla todas las veces que queramos a través de una Asamblea Constituyente, que va a permitir que la ciudadanía intervenga el sistema político cada vez que sienta necesario”, dijo.
En la conferencia intervinieron también Hernando Cevallos, exministro de Salud y dirigente del Movimiento Por la Unidad Popular, y Yuri Lozada, secretario general de la organización Tierra y Libertad por el Buen Vivir.
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