«Obviamente, no hago política parado en el tiempo y el espacio. Hago política viviendo el momento que estoy viviendo. Y ahora estoy hablando con mucha gente que participó en el golpe contra Dilma. Porque si no hablas, no haces política», declaró Lula en una entrevista concedida a Radio Bandeirantes.
Interrogado sobre cómo afrontan él y Geraldo Alckmin, precandidato a la vicepresidencia en su aspiración, el hecho de que el entonces gobernador de Sao Paulo haya apoyado el impeachment (destitución) de Rousseff, el fundador del Partido de los Trabajadores negó que haya ocurrido.
«No es cierto. Geraldo Alckmin no solo estaba en contra (del impeachment), sino que pidió la opinión de un abogado, quien dio una opinión en contra del impeachment. Alckmin es un buen hombre y un compañero que me ayudará de manera extraordinaria a arreglar este país», respondió el exdirigente obrero.
Al respecto, Alckmin aclaró en cierta ocasión que «no votó» en las sesiones que llevaron a la destitución de Rouseeff, a quien calificó de persona «honorable y seria».
Lula cumple desde hace meses un recorrido por diferentes regiones del país, donde llama a la unidad de las fuerzas progresistas para derrotar en los comicios de octubre al mandatario de tendencia ultraderechista Jair Bolsonaro.
«Separados, somos débiles. Pero juntos tenemos mucha más fuerza para derrotar a este gobierno. Este presidente (Bolsonaro) no recibió a ningún dirigente sindical. No recibe ningún gobernador del estado. No recibe ningún alcalde», señaló Lula durante su participación en una reunión con líderes políticos en Belo Horizonte, capital del estado de Minas Gerais (sudeste).
Precisó que el exmilitar solo abraza a los secuaces, pero, agregó, no a «ningún movimiento social… Brasil se ha convertido en un paria», denunció.
También el líder petista certificó en otra oportunidad que aspira a representar ante las urnas a una coalición de siete partidos de centro-izquierda.
«A los que aún no se han unido a nosotros, nuestros brazos están abiertos para recibir a todos los que quieran recuperar este país», insistió.
Hasta la fecha, Lula continúa como máximo favorito para las presidenciales con un 46 por ciento de apoyo y 32 Bolsonaro, de acuerdo con la última encuesta realizada por el Instituto FSB para el banco de inversión BTG.
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