En horas de la tarde, las autoridades japonesas permitieron el acceso de los dolientes al bote de 19 toneladas que se encuentra en un depósito cercano al puerto de Abashiri, reseñó la prensa nacional.
Flores, lágrimas y recorridos dentro de la embarcación centraron las manifestaciones de duelo, describió la Guardia Costera.
El organismo nipón inspeccionará el casco con detalle para determinar las causas exactas que provocaron el naufragio el pasado 23 de abril, mientras el Kazu 1 navegaba alrededor de la península de Shiretoko, en el extremo norte del país.
Un primer intento de rescate, a cargo de la empresa Nippon Salvage, permitió levantar la nave que yacía a 120 metros de profundidad, sobre el lecho marino, cerca de las cataratas de Kashuni. Sin embargo, mientras la remolcaban a aguas menos profundas un incidente provocó nuevamente su hundimiento.
El 27 de mayo el personal de la firma japonesa completó la extracción del Kazu 1 y lo trasladó sobre una barcaza hasta la mencionada terminal marítima, al noreste de Hokkaido.
Durante las auditorías realizadas en las oficinas de Shiretoko Pleasure Cruiser, operadora del barco siniestrado, el Ministerio de Tierras, Infraestructura, Transporte y Turismo de Japón detectó violaciones a 17 normas de seguridad y revocó la licencia comercial de la empresa.
Hasta la fecha, los equipos de búsqueda en la zona del fatal accidente encontraron los cuerpos sin vida de 14 pasajeros, pero otros 12 siguen desaparecidos, incluidos el capitán de la nave y su ayudante.
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