El sindicato del Metal y Ramos Afines (Untmra) lo convocó luego del anuncio de la empresa Cinter Aperam de que se retira del país con perjuicio para 150 trabajadores directos y otros 50 indirectos.
Según el secretario de la gremial, Daniel Dardano, el desmantelamiento de dicha instalación, luego de 65 años de operaciones en Uruguay, afectará también en forma negativa a los comercios y servicios de la zona barrial donde se ubica.
Untmra comunicó al ministro de Trabajo, Pablo Mieres, preocupación por el estado del sector, del que el gobierno no se percata, ya que otras dos plantas también se detuvieron antes y se perdieron dos mil 500 puestos, “y sin medidas urgentes la situación tiende a complicarse”, recalcó.
Dárdano aludió a previas advertencias sobre el peligro latente de que otras empresas se vayan de Uruguay porque el mercado interno es pequeño, y Brasil continuamente las tienta con exoneraciones de impuestos y otros beneficios.
“Este es el comienzo, de no haber respuesta positiva que dé respaldo, no solo en el tema monetario, sino en el seguro de paro a los trabajadores de Cinter, el sindicato seguirá tomando medidas más profundas”, aseguró.
Mientras, la Federación de Trabajadores de la Administración de combustibles resolvió “no conceder guardias gremiales” sin la confirmación de los contratos de decenas de trabajadores amenazados de despidos por la privatización de la industria cementera.
En medio de varios conflictos obrero-patronales, el Instituto Nacional de Estadística reveló al cierre de abril una desmejora del mercado laboral, con 137 mil 800 desocupados, un 7,7 por ciento, al tiempo que las personas subempleadas representan el 8,9 por ciento.
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