Según el informe publicado este viernes, la subida respecto al mes anterior fue del 2,98 por ciento.
Aunque los precios continúan creciendo y la situación nacional es compleja, la cifra es más baja que los máximos históricos registrados en abril, cuando el crecimiento mensual fue del 7,25 por ciento
En el sector del transporte los precios crecieron un 107,6 por ciento, mientras que la comida y las bebidas no alcohólicas se encarecieron un 91,6 por ciento, liderando el alza general.
Las previsiones del Banco Central turco muestran una tendencia a la baja en la baja con un pronóstico del 42,8 por ciento para 2022, mientras que en 2023 sería del 12,9 por ciento y del 3,8 por ciento el año siguiente.
Su gobernador, Sahap Kavcioglu, aseguró el mes pasado que la tasa de inflación iría descendiendo gradualmente, por lo que decidieron mantener los tipos de interés en el 14 por ciento por quinto mes consecutivo.
La inflación aumentó de forma paulatina en Turquía desde inicios de 2020, hasta llegar al 36 por ciento el pasado diciembre. Sin embargo, en enero se disparó con un 48 por ciento, seguido de un 54 por ciento en febrero, un 61 por ciento en marzo y un 70 por ciento en abril.
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