Esa medida apunta al comercio tecnológico en cuanto un medio de carga universal para teléfonos inteligentes, tabletas y otros portátiles a más tardar en 2024.
La norma impondrá para todos esos aparatos un puerto USB-C con el objetivo de limitar los desechos tóxicos de miles de cables de diversos formatos, y defender el derecho de los consumidores, obligados por ahora a acumular diversos cargadores.
El proyecto enfrentó la oposición del gigante tecnológico estadounidense Apple, que defiende su tecnología de carga y conexión Lightning.
En ese sentido, el comisario europeo de Industria, Thierry Breton, saludó el acuerdo y mencionó que el interés general de la UE prevalece.
De acuerdo con la UE, los consumidores europeos gastan en total unos dos mil 400 millones de euros anualmente en cables y adaptadores para cargar sus dispositivos móviles.
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