Tal medida precede a otra prevista para el día siguiente de reivindicaciones propias y afines por sindicatos de la salud y empleados públicos con la cercana perspectiva de una Rendición de Cuentas de gastos en el parlamento de más recortes.
En previsión de ataques desde la administración gubernamental de educación, los sindicalizados de primaria dispusieron la entrega de raciones de alimentos a niños en comedores escolares públicos para “no permitir se diga que los dejamos sin comida”, por la protesta, precisaron los organizadores.
Al paro se llega en reclamo por recortes de 80 millones de dólares durante 2021 y 2022, con la consecuencia de pérdida salarial del 8.0 por ciento y la eliminación de puestos de trabajo, indicaron los movilizados.
Sus participantes aquejan también pérdidas de derechos, disminución de cursos de posgrados, falta de maestros comunitarios durante la pandemia, lo cual significó un enorme esfuerzo para atender demandas no solamente educativas, sino también sociales por parte de los alumnos y sus familias.
Para el exconsejero de Primaria, Héctor Florit, el Gobierno desatiende el problema más grave de la educación que es el escaso tiempo de aprendizaje, al tiempo que los índices de repetición y asistencia empeoraron en el sector más pobre de la sociedad.
Respecto a la Rendición de Cuentas en el curso de este mes, la Federación Uruguaya de Magisterio criticó el incumplimiento de una negociación colectiva previa y la intención gubernamental de una transformación educativa sin una participación mínima de docente ni con el tiempo debido.
Florit opinó además que estos conflictos reivindicativos se escenifican en medio de un clima de persecución sindical.
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