Durante dos días, el diplomático estadounidense escuchó la postura unificada de las autoridades libanesas sobre el derecho soberano a invertir en su riqueza petrolera y gasífera ante las maniobras de exploración israelíes.
La posición manifiesta por el presidente de la República, Michel Aoun y luego ratificada por el primer ministro en funciones Najib Miqati y el titular del Parlamento, Nabih Berri, exigió el cese directo de todas las actividades navales de Israel en la zona en disputa.
Hochstein sin nueva propuesta cumplió su papel de mediador al dedicar su tiempo a escuchar y en entrevista al canal Al-Hurra manifestó optimismo con el futuro de las negociaciones y el consenso nacional de que la solución a la crisis libanesa “está íntimamente relacionada con el expediente petrolero”.
Según el sitio Al-Akhbar, las tres principales figuras del Estado, gobierno y el legislativo defendieron la línea 23 con pleno acceso al campo de Qana y a la riqueza petrolera dentro de los bloques fronterizos.
La nación de los cedros fijó el interés en iniciar el proceso de exploración en su zona económica del sur y reiteró a Hochstein el compromiso con el regreso de las negociaciones indirectas con Tel Aviv sobre los límites territoriales.
Reportes locales refieren que entre el Líbano e Israel existe una zona rica en petróleo y gas en disputa de unos 860 kilómetros cuadrados, según mapas depositados por ambos países ante las Naciones Unidas.
Durante una de las conversaciones en el pasado, la delegación libanesa presentó un nuevo mapa que aboga por mil 430 kilómetros adicionales lo que llevó a la suspensión de las negociaciones por parte de Israel.
Las reuniones indirectas comenzaron en octubre de 2020 bajo el auspicio de Naciones Unidas y con la mediación estadounidense y hasta mayo de 2021 se celebraron cinco rondas de negociación.
Una porción del campo de Karish, motivo de disputa en el presente, es considerado por los libaneses parte de la frontera marítima sur, de ahí el rechazo a las maniobras realizadas en la zona por la plataforma de exploración griega al servicio israelí desde la semana pasada.
Un artículo de Al Mayadeen en español del periodista Roberto Inlakesh señaló lo incorrecto de situar el yacimiento de Karish al oeste de Haifa, pues el campo de gas geográficamente está más al norte de la ciudad palestina, ocupada por Israel.
El comentarista puntualizó que Tel Aviv ya explota los recursos de todos los demás yacimientos en las costas de palestina ocupada denominados del Leviatán y durante mucho tiempo detuvo las ambiciones sobre los recursos naturales del único campo que se reivindica como parte del territorio libanés.
Según el periodista Inlakesh, Israel cuenta con el respaldo de Washington en la cuestión de la riqueza hídrica, concretamente el yacimiento de Karish, pues aseguró que «Estados Unidos impide a Líbano y Siria beneficiarse de sus propios recursos».
En este contexto, el secretario general de Hizbulah (Partido de Díos), Hassan Nasrallah, reiteró previo a la visita del mediador Hochstein a Beirut las capacidades financieras, militares y de seguridad de la resistencia para evitar la exploración de las riquezas de Líbano por parte de Israel.
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