El aparato vende grillos, saltamontes, polillas de seda, chinches acuáticas y escarabajos gengorou las 24 horas del día, reseñó la cadena de noticias NHK.
Los comensales pueden adquirir los alimentos fritos, asados y aromatizados con sal, chocolate u otros sabores inusuales, a precios moderados teniendo en cuenta la exclusividad del producto.
La iniciativa pertenece a la japonesa Asami Osawa, de 34 años, quien se dedica a comercializar insectos comestibles por internet y a promover este tipo de dieta rica en proteínas.
Osawa declaró al medio de prensa nipón que la población de Nagano posee una cultura de entomofagia y espera que las personas disfruten su peculiar oferta.
La ingesta de insectos por los seres humanos es una práctica antigua que según evidencias arqueológicas y antropológicas fue importante en la subsistencia de los antepasados homínidos. Sin embargo, estos animales invertebrados son considerados por los expertos como alimentos del futuro.
Un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) reveló que los insectos integran las dietas tradicionales de al menos dos mil millones de personas.
Asimismo, puntualizó que su recolección y cría pueden generar empleos e ingresos en efectivo, sobre todo a nivel familiar.
El estudio realizado en 2013 entre la FAO y la Universidad holandesa de Wageningen precisó que, además de las proteínas, muchos insectos son ricos en grasas buenas y tienen un elevado contenido de calcio, hierro y zinc.
Comparativamente, el hierro en 100 gramos de langosta (especie de saltamontes) supera entre 2 y 14 veces al contenido en 100 gramos de carne vacuna, detalló el texto.
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