Bajo el patrocinio del Programa Mundial de Alimentos y el gobierno de Japón, el país con costas al Mediterráneo reafirma el compromiso internacional de garantizar la calidad e inocuidad de los productos, de acuerdo con el ministro en funciones de Agricultura, Hajj Hassan.
La apertura de la instalación permitirá monitorear la seguridad de las importaciones y exportaciones de alimentos en la nación, lo que contribuirá a mover la rueda económica, comentó el titular del sector.
El centro evitará la propagación de plagas dañinas dentro del territorio libanés y garantizará mecanismos de control de calidad en todos los cruces fronterizos, incluidos los de tierra, mar y aire, expresó el ministro Hassan.
Agradeció al gobierno japonés la ayuda a través del Programa Mundial de Alimentos para construir una economía sólida en Líbano con énfasis en la agricultura y la industria mediante la adopción de las últimas tecnologías.
Por su parte, el embajador nipón en el país, Takeshi Okubo, resaltó los esfuerzos de Líbano en la reconstrucción de la zona del Puerto de Beirut, tras la explosión del 4 de agosto de 2020 que ocasionó más de 200 muertes y destruyó miles de hogares.
De acuerdo con Naciones Unidas, 2,2 millones de personas requieren apoyo urgente en este país árabe para asegurar el acceso a alimentos y otras necesidades básicas hasta fin de año, un aumento del 46 por ciento en comparación con 2021.
Al abordar ayer la Extensión y Revisión del Plan de Respuesta de Emergencia a la nación, la coordinadora Residente y Humanitaria en el país, Najat Rochdi, señaló que el aumento en los precios de la gasolina, el diésel y el gas amenaza con llevar a miles de familias al borde de la inseguridad alimentaria, la desnutrición y posiblemente el hambre.
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