De acuerdo con una investigación de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos, (NOAA), acarrearía serios daños un aumento de 10 veces en los lanzamientos alimentados con hidrocarburos, lo cual es plausible en las próximas dos décadas debido al incremento del tráfico espacial.
Los motores de cohetes que queman queroseno, ampliamente utilizados por esta industria, emiten directamente a la estratosfera gases de escape cuyo contenido posee carbono negro, u hollín, y afectan la capa de ozono protectora de todos los seres vivos de la Tierra de los impactos nocivos de la radiación ultravioleta, refirió la fuente.
Según el autor principal del estudio, Christopher Maloney, las tasas de lanzamiento se han más que triplicado en los últimos años, y se prevé un crecimiento acelerado en los venideros.
Los cohetes, dijo, son la única fuente directa de contaminación por aerosoles producidos por humanos sobre la troposfera, la región más baja de la atmósfera, que se extiende a una altura aproximada de entre seis a nueve kilómetros sobre la superficie de la Tierra.
El equipo de investigación utilizó un modelo climático para simular el impacto de cerca de 10 mil toneladas métricas de contaminación por hollín inyectadas en la estratosfera sobre el hemisferio norte cada año durante cinco décadas.
Los hallazgos revelaron que este nivel de actividad aumentaría las temperaturas anuales en la estratosfera entre 0,5 y 2 ° Celsius, lo que cambiaría los patrones de circulación global al reducir la velocidad de las corrientes en chorro subtropicales hasta en un 3,5 por ciento, y debilitando la circulación de vuelco estratosférica.
Los expertos aclararon que si bien no se conoce con exactitud las cantidades de hollín emitidas por los diferentes motores alimentados con hidrocarburos empleados en todo el mundo, actualmente emanan de los cohetes unas mil toneladas por año.
“El resultado es que los aumentos proyectados en los lanzamientos de cohetes podrían exponer a las personas en el hemisferio norte a una mayor radiación ultravioleta dañina”, sentenció Maloney.
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