Los panameños recuerdan este domingo la apertura de la terminal de Cocolí, en esta capital, aquel 26 de junio de 2016, cuando más de 20 mil invitados presenciaron el paso del primer buque, el Cosco Shipping Panamá.
La ampliación del Canal, precisó la entidad, permite el tránsito de barcos de hasta 14 mil contenedores, el triple de la capacidad que existía antes.
Las esclusas Neopanamax aportan más del 50 por ciento del tonelaje y de los ingresos de la vía fluvial y sus principales usuarios son Estados Unidos, China y Japón, en ese orden.
Nuevos mercados se han abierto gracias a esa ruta, entre ellos el tránsito del primer buque Gas Licuado de Petróleo, el Lycaste Peace, de bandera panameña, de la línea Nippon Yusen Kaisha (NYK Line), un día después de su apertura.
En esa misma jornada, también se trasladó el buque LPG Passat, de bandera de Islas Marshall (226 metros de eslora por 37 metros de manga). Ambas embarcaciones iniciaron su tránsito por las esclusas de Agua Clara, en el océano Atlántico, y lo culminaron en las de Cocolí, en el Pacífico.
En julio de 2016, el Maran Gas Apollonia se convertía en el primer navío que transportaba Gas Natural Licuado( LNG) en trasladarse por el Canal ampliado.
Esta embarcación con bandera griega y de la línea Shell International Trading & Shipping Company, posee 289 metros de eslora, 45 metros de manga y puede transportar hasta 166 mil metros cúbicos de gas.
El Canal ampliado también permitió el paso por primera vez del Norwegian Bliss, el buque de pasajeros de mayor capacidad que ha utilizado esa ruta.
La construcción del tercer juego de esclusas se inició el 3 de septiembre de 2007 con el objetivo de duplicar la capacidad de tránsito de la vía. El proyecto generó más de 30 mil contratos de trabajo y tuvo un costo de cinco mil 250 millones de dólares.
Estadísticas de 2021 señalan que por el Canal transitan más de 13 mil embarcaciones anualmente, que cubren 180 rutas marítimas comerciales en 170 países, aunque el 70 por ciento se mueve entre Asia y la costa Oeste de Sudamérica y los puertos del Este de Estados Unidos.
En 2021, la estratégica arteria entregó al Estado dos mil 80 millones de dólares, que corresponden a los excedentes, derechos por tonelada de tránsito y el pago por servicios prestados.
La Administración del Canal de Panamá (ACP) afirmó que para este 2022 el aporte al fisco será de dos mil 500 millones de dólares, de acuerdo con el presupuesto aprobado para el ente por la Asamblea Nacional(parlamento).
La Constitución panameña establece que el Canal traspasará cada año al Tesoro Nacional sus excedentes económicos luego de cubrir los costos de operación, inversión, funcionamiento, mantenimiento, modernización, ampliación y las reservas para contingencias.
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