A pesar de llegar a un primer acuerdo con una comisión del Gobierno el pasado sábado, que decidió congelar en 3,95 dólares el precio del galón de combustible (3,78 litros), los conductores señalaron que desde ayer domingo y este lunes la huelga continúa.
Para mañana martes, agregaron, líderes del gremio participarán de una nueva reunión en la Gobernación de Chiriquí con una comitiva del Ejecutivo que encabeza por el ministro de Desarrollo Agropecuario, Augusto Valderrama.
Los transportistas del distrito Tierras Altas, principal abastecedor de verduras y legumbres del istmo, presionan para que se suspenda el impuesto al combustible a nivel nacional y bajen los precios del galón al consumidor.
La víspera, decenas de vehículos articulados, camiones más pequeños y camionetas quedaron estacionados en varias zonas de ese territorio y una buena parte de los agricultores también mantuvieron cerrados sus puestos de venta en apoyo a la huelga.
Panamá es un importador neto de combustibles y como medida alternativa en mayo último el Ejecutivo congeló las galpantes cotizaciones de los carburantes solo para el sector del transporte de pasajeros y ahora sumó a los agrícolas, pero el vocero de los camioneros chiricanos, Hernán Cortés, indicó que demandan que el beneficio llegue a toda la población.
Las Tierras Altas de Chiriquí, a unos 500 kilómetros al oeste de la capital, producen alrededor del 70 por ciento de las hortalizas y verduras que se consumen en el país, según estadísticas oficiales.
Sobre el paro, uno de sus líderes, Yerry Jiménez, admitió que afecta también a los productores por los altos costos de los insumos, por lo que exigió al Gobierno que también les brinden una solución.
Productores y consumidores estiman que la medida de presión traerá nefastas consecuencias para la economía y la canasta básica familiar.
Uno de los agricultores, Augusto Jiménez, indicó que la protesta ya dejó una primera muestra en el desabastecimiento de alimentos, lo que atenta contra la paz social.
El pasado 19 de mayo, el Gobierno aprobó desembolsos de unos 100 millones de dólares para estabilizar el precio de los combustibles al sector transporte, pero diversas manifestaciones del gremio aseguran que es insuficiente.
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