La conclusión de la cita, en el castillo Schloss Elmau, en los Alpes bávaros germanos, resultó más de lo mismo en materia de economía, con la mira contra Moscú por el conflicto de Ucrania.
Los líderes apuntaron a un frente para respaldar esas sanciones todo el tiempo que sea necesario, y dijeron estudiarán medidas de gran alcance para limitar los ingresos rusos por la venta de petróleo.
La declaración final de la reunión de Alemania subrayó la intención de imponer graves e inmediatos costos económicos a la nación eslava.
Sin embargo, carecieron de detalles clave del funcionamiento, en la práctica, de la limitación del precio del petróleo, por lo que en las próximas semanas se debatirá la posibilidad de explorar medidas que prohíban la importación de crudo ruso por encima de un cierto nivel.
Esto podría afectar a una fuente de ingresos clave de Moscú y, en teoría, ayudaría a aliviar la subida de los precios de la energía y la inflación que sacude a la economía global como resultado de la situación geopolítica, reconocieron.
Además, acordaron prohibir las importaciones de oro ruso.
El tope de precios funcionaría, en teoría, prohibiendo que proveedores de servicios como transportistas o aseguradoras negocien con el petróleo cuyo precio supere el nivel establecido.
Esto podría resultar porque los proveedores están en su mayoría en la Unión Europea (UE) o en Gran Bretaña y, por lo tanto, están bajo la órbita de las sanciones.
Sin embargo, para que sea eficaz, tendría que implicar al mayor número posible de países consumidores, en especial a India, donde las refinerías compran petróleo ruso barato, que era rechazado en Occidente.
Los detalles sobre la aplicación de la propuesta se determinarán en las próximas semanas.
Asimismo, el G7 acordó aumentar en cuatro mil 500 millones de dólares la ayuda a los países afectados por la escasez de alimentos, paradójicamente generada por sus propias sanciones contra Rusia.
Como contraste, según estadísticas internacionales, el monto que esas naciones han destinado a equipos bélicos en el contexto del conflicto en Ucrania supera los 30 mil millones de dólares.
El G7 lo integran las principales economías del Planeta, incluidos Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido.
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