Durante sus primeras palabras como nuevo jefe de Estado, el hijo del exdicator Ferdinand Marcos reiteró su llamado a la unidad nacional.
También homenajeó los 20 años de mandato de su padre, marcados por los abusos de derechos humanos.
Horas antes de la ceremonia se celebró en el palacio presidencial de Malacañán el traspaso oficial de poderes entre el actual mandatario y el presidente saliente, Rodrigo Duterte, quien no acudió a la juramentación.
Marcos enfrentará un país con una economía devastada por el coronavirus y para ello se comprometió a impulsar el crecimiento de la producción alimentaria.
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