Reunido con gerentes de varias sucursales, el titular del BOJ advirtió que las perspectivas económicas estarán sujetas a la contención de los volátiles precios de los recursos energéticos y las materias primas de procedencia foránea.
En tal sentido, Kuroda señaló que el crecimiento interanual de la inflación dentro del país asiático continuará alrededor del dos por ciento durante algún tiempo, pero el indicador se contraerá porque la subida global de los precios no durará mucho.
Afirmó que el BOJ mantendrá una política de relajación monetaria para apoyar la economía y garantizar un crecimiento salarial más sólido.
“Es necesario prestar mucha atención a la evolución de los mercados financieros y de divisas (…) No dudaremos en tomar medidas adicionales de flexibilización si es necesario”, recalcó.
Hasta la fecha, la estrategia de la principal institución financiera de Japón contrasta con la adoptada por la Reserva Federal de Estados Unidos a favor de recios reajustes, lo cual aumenta la diferencia en los tipos de interés y precipita la caída del yen frente al dólar a niveles históricos en más de dos décadas.
El debilitamiento de la moneda nacional deviene otra de las principales causas de la inflación interna.
Según Kuroda, aunque la situación actual “muestra cierta debilidad en algunas áreas” la tercera economía del mundo se recupera, mientras disminuye el impacto de la pandemia de Covid-19 y la escasez de suministros.
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