Desde el pasado viernes, cuando se iniciaron los enfrentamientos entre los grupos de bandas G-9 y aliados contra G-Pèp, las actividades de la terminal se paralizaron, lo cual hace temer un nuevo periodo de racionamiento de combustible.
Varreux almacena cerca del 70 por ciento de los carburantes del país, y se encuentra emplazada en Cité Soleil, un área bajo la influencia de las pandillas.
Los choques armados provocaron al menos 20 fallecidos y 50 heridos, mientras cientos de personas se vieron obligadas a recluirse en sus hogares, sin acceso a agua potable o alimentos.
“Estamos paralizados desde el viernes. Ningún petrolero puede entrar o salir de la terminal”, dijo uno de los operadores al diario Le Nouvelliste, y afirmó que la guerra de bandas se extiende a todas las carreteras que conducen a Varreux, con lo cual ningún vehículo puede arriesgarse a ingresar en la zona.
Además, están bloqueados en la bahía de Puerto Príncipe, dos cargamentos de combustible y uno de gas propano, precisó.
La situación amenaza con limitar el acceso minorista a los combustibles, intermitente desde inicios de años, mientras crece el mercado informal donde los carburantes alcanzan hasta tres veces su precio oficial.
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