En medio de una ola de protestas que sacude al istmo contra los altos precios del combustible y la canasta básica familiar, la nueva medida de presión, dijo el secretario general de Suntracs, Saúl Méndez, regirá hasta que el gobierno de Laurentino Cortizo ofrezca respuestas serias y concretas sobre los males que aquejan a la población.
La víspera en tribuna abierta en la capitalina plaza 5 de mayo, al concluir una marcha por la ciudad de la alianza Pueblo Unido por la Vida, el excandidato presidencial en 2019 señaló que el pueblo panameño ha despertado y gracias a estas jornadas se consolida la conciencia de la necesaria unidad para obtener los objetivos comunes.
Sobre el paro de los obreros de la construcción de este miércoles, indicó que será a nivel nacional y no en las casas, sino nuevamente en las calles, reclamando los derechos del pueblo a una vida digna; al tiempo que rechazó amenazas de medidas represivas por parte del Ministerio de Seguridad, la cuales podrían radicalizar las protestas.
Al igual que Suntracs, gremios de educadores, médicos del sector público y transportistas protagonizan paros de labores en diferentes provincias del país.
Los docentes decidieron extender su huelga indefinida porque no están de acuerdo con el decreto del presidente de la República, Laurentino Cortizo, de congelar el precio de los combustibles en 3,95 dólares el galón(3,78 litros), cuando ellos exigen sean apenas tres dólares.
Acerca de estas protestas, el secretario general de la Confederación Nacional de Unidad Sindical Independiente (Conusi), Marco Andrade, precisó que deberán conducir a que el Gobierno escuche la voz del pueblo, de los trabajadores y podamos tener un alivio frente a la situación de crisis que vivimos los panameños.
Aumento general del salario, detener los despidos masivos, congelar y reducir los altos precios de los combustibles, los alimentos y los medicamentos, son algunos de esos reclamos, precisó.
En abril de este año, tras varios días movilizados, los afiliados del Suntracs, el de mayores estructuras de base y organización en el país, lograron sus propósitos en negociaciones con la directiva empresarial al exigir reajustes salariales.
También con la medida de presión alcanzaron que los empleadores firmaran el Convenio Colectivo de Trabajo para los años 2022-2025.
Hace cuatro años, en 2018, los constructores decretaron paro, con una duración de 30 días, que tuvo un impacto de poco más de 1,0 por ciento en el crecimiento del Producto Interno Bruto y pérdidas multimillonarias en la economía panameña.
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