Dominique St Eloi, responsable de la Coordinación Nacional de Obreros Haitianos aseguró que sus afiliados se mantienen atentos y están listos para tomar las calles contra el Gobierno al que culpan por el aumento del hambre y la carestía de la vida.
El miércoles durante un discurso por el primer aniversario de su llegada al cargo, el primer ministro, Ariel Henry, aseguró que el incremento permitirá contar con volúmenes estables en la importación, además de mantener el producto disponible.
“Con las fluctuaciones al alza en el mercado mundial, es un esfuerzo que aún tendremos que pedirle al pueblo haitiano de manera paulatina, porque es con esta condición que podremos seguir importando combustible y tenerlo permanentemente disponible”, dijo Henry sin indicar una fecha probable para el alza.
También agradeció la “inteligencia y madurez” de los ciudadanos que entendieron la necesidad del Gobierno de reducir los subsidios de los productos derivados del petróleo.
En diciembre las autoridades incrementaron hasta en un 115 por ciento los precios de la gasolina, diésel y queroseno y argumentaron que el importe ahorrado permitiría invertir en programas sociales.
Desde hace varios años el Gobierno intenta disminuir las subvenciones, pero una medida similar en 2018 provocó masivas manifestaciones antigubernamentales y costó el cargo al entonces primer ministro Jack Guy Lafontant.
Para los expertos, un nuevo aumento de los combustibles disparará la canasta básica en un país donde 4,3 millones de personas padecen inseguridad alimentaria y el 22 por ciento de los niños tienen desnutrición crónica.
De hecho, sin el aumento oficial, Haití tiene una inflación del 26 por ciento y los productos alimentarios aumentaron considerablemente en medio de la crisis de inseguridad.
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