En declaraciones a Prensa Latina, Diógenes Sánchez, de la Asociación de Profesores (Asoporf) indicó que, tras dos días de intensos debates en la provincia de Coclé con el Ejecutivo, aún no se vislumbran avances apenas sobre el primero de ocho temas prioritarios: la canasta básica familiar ampliada y más saludable.
Sánchez precisó en el comienzo de las sesiones este sábado que además necesitan garantías por parte del Gobierno a través del Ministerio de Educación que no habrán represalias contra los más de 45 mil maestros que están huelga.
Una de las exigencias y punto cardinal en esas pláticas, recordó, es que el Estado por ley ya sancionada termine de destinar el 6,0 por ciento del Producto Interno Bruto al sistema educativo.
Se trata, preecisó, de poder contar con mejores aulas y una enseñanza de calidad, demanda presentada, entre otras, a la Presidencia el pasado 19 de mayo, al concluir una marcha popular por las calles de la capital.
Desde el pasado 6 de julio, unos 840 mil estudiantes en poco más de tres mil escuelas públicas en el istmo continúan sin clases y la Asociación de Padres de Familia solicitó que se reanudara el curso lectivo iniciado el 7 de marzo, para intentar recuperar las enormes brechas ya existentes en el aprendizaje de todos los niveles. La suspensión de clases a nivel nacional se levantará cuando el Gobierno de Laurentino Cortizo demuestre que quiere resolver los problemas de verdad y no dilate más este diálogo, remarcó Sánchez.
En las conversaciones, la víspera, un momento de peculiar simbolismo marcó los debates, cuando anunciaron el receso de almuerzo y lideresas de la comarca Ngäbe Bugle ofrecieron de sus propias manos arroz con atún enlatado para todos los ministros y otros representantes del Ejecutivo, dos de los productos que proponen congelar el precio.
En plenaria, Domitila Sandoya indicó que su pueblo lleva más de 15 días bajo la lluvia y sol, sin dormir en casa y 24 horas en las calles en protesta contra el alto costo de la vida.
Pero querían tener con los gobernantes un gesto de buena voluntad. “Brindar el almuerzo con lo que congelaron para nosotros”, expresó.
Santoya y su grupo aseguraron que es lo que comen con sus familias. Los ministros no aceptaron la comida y se retiraron a almorzar a otra parte. Mientras el arzobispo de Panamá, quien funge como facilitador de las conversaciones, comió ahí mismo el almuerzo.
En la jornada prosiguen cierres en la carretera Interamericana, sobre todo en localidades como Aguadulce (provincia de Coclé) y en Santiago (Veraguas), además, los de Chiriquí y sobre el río Pacora en Panamá Este.
La Asoprof enfatizó en un comunicado la disposición de los grupos en huelga de que vuelva la paz, pero con justicia social.
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