El FMI prevé uno de los comportamientos económicos más débiles desde los años 70 del pasado siglo, por el alza de los precios y la desaceleración en Estados Unidos y China, panorama que hace cada vez más sombría una mejora económica para el presente y próximo año y más cercana una recesión.
Varios factores afectan a una economía mundial ya debilitada por la pandemia, incluido el conflicto en Ucrania, que disparó los precios de los alimentos y de la energía, lo cual llevó a los bancos centrales a subir las tasas de interés, señaló el FMI en sus Perspectivas de la Economía Mundial.
Sobre esa base recortó la estimación de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) global para este año a 3,2 por ciento, y a 2,9 por ciento en 2023, una tasa que solo se ha registrado cinco veces desde 1970.
El informe detalló que los confinamientos por la pandemia de la Covid-19 y el empeoramiento de la crisis inmobiliaria obstaculizan la actividad económica en China, mientras que las agresivas subidas de tipos de interés de la Reserva Federal ralentizan el crecimiento de Estados Unidos.
Por esas razones el FMI advirtió que las perspectivas de crecimiento se inclinan significativamente a la baja y, si los riesgos se materializan, podrían llevar a la economía mundial a una de las peores recesiones del último medio siglo.
El organismo internacional estimó que los precios al consumidor aumentarán en 8,3 por ciento este año y 9,5 por ciento en las economías de mercados emergentes.
Para el FMI los riesgos están en la posibilidad de un corte del flujo de gas ruso hacia Europa en el contexto del conflicto en Ucrania, y una inflación más difícil de controlar de lo previsto y condiciones financieras mundiales más estrictas.
También se deben tener en cuenta la amenaza de que nuevos brotes de Covid-19 o una mayor escalada de la crisis inmobiliaria frenen aun más el crecimiento chino, además de que la fragmentación geopolítica podría obstaculizar el comercio y la cooperación mundiales.
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