Según una nota de prensa del BCRD, el indicador mensual de actividad económica reflejó un buen comportamiento, el cual fue logrado en el contexto de una adecuada coordinación de política monetaria y fiscal ante los riesgos derivados del entorno internacional.
Asimismo, en el ámbito doméstico las perspectivas se mantienen positivas, pronosticándose una expansión del Producto Interno Bruto (PIB) de 5,0 por ciento, una tasa cercana al potencial, de acuerdo al sistema de pronósticos del Banco y en línea con lo señalado por organismos multilaterales
El resultado del mes de junio, el cual llegó al 5,8 por ciento, se sustentó en parte, por el comportamiento favorable de las industrias del régimen de Zonas Francas y de la minería, así como por un buen desempeño de las actividades de servicios en su conjunto, y de manera particular Hoteles, Bares y Restaurantes.
De igual forma, actividades como comercio, transporte, manufactura local, salud, agropecuaria y otros servicios, incidieron de manera importante en el incremento del valor agregado del referido mes.
Las reservas internacionales se mantienen en niveles históricamente altos, en torno a los 14 mil 450 millones, equivalentes a 13,3 por ciento del Producto Interno Bruto y a seis meses de importaciones, superando así las métricas recomendadas por el FMI.
En cuanto al comportamiento de los precios internos, la variación mensual del Índice de Precios al Consumidor (IPC) fue de 0,64 por ciento en junio, situando la inflación interanual medida desde junio de 2021 hasta junio 2022 en 9,48.
Al mismo tiempo, las remesas alcanzaron los cuatro mil 861,1 millones de dólares para el período enero-junio, exhibiendo una ligera disminución de 7,6 por ciento interanual, pero superando en 40,6 al 2019, lo cual indica que al cierre de año el país debe haber recibido unos 10 mil millones por este concepto.
Finalmente, el ente emisor señaló que ante las condiciones desafiantes del ámbito internacional, los resultados de la economía dominicana correspondientes al semestre enero-junio de 2022 reflejan los fuertes fundamentos macroeconómicos, demostrando una notable resiliencia.
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