El jefe de Estado difundió un mensaje por Twitter en el cual señala que el pueblo quiere saber porqué ha sido desmantelado el equipo que investigaba un gran caso de corrupción judicial.
“Notifico a la comunidad internacional de estos hechos tan graves sobre los cuales muchos callan”, añadió.
Para la oposición empeñada en destituir al mandatario por las investigaciones que lo asedian, el mensaje de Castillo forma parte de una supuesta campaña de desprestigio cuya autoría atribuyen al Gobierno.
Al mensaje de Castillo se sumaron declaraciones de dos abogados del presidente, Benji Espinoza y Eduardo Pachas, quienes, en distintos tonos, afirmaron que la fiscal Benavides está politizando la justicia con acciones que afectan el debido proceso y el segundo la acusó de buscar la vacancia (destitución) del mandatario por el Parlamento.
Uno de los parlamentarios más representativos de la extrema derecha, Jorge Montoya, declaró ayer que, en vista que no hay en el Congreso la mayoría necesaria par vacar a Castillo, “gran parte del futuro está en manos de la Fiscal de la Nación”, a quien agradeció por su trabajo y pidió que lo continúe con fuerza.
Más allá de la polémica, medios de prensa ajenos al Gobierno, como el diario La República y el portal periodístico Wayka, revelaron que entre sus primeras decisiones en el cargo, Benavides separó del caso Fanny Quispe de la investigación del caso mencionado en el tuit de Castillo.
La República verificó que, Benavides cambió de cargo a la fiscal experta en casos de corrupción Bersabeth Revilla, quien investigaba y había conseguido que un juez someta a libertad condicional a Emma Benavides, hermana de la nueva fiscal de la Nación, acusada de facilitar la libertad del narcotraficante Roberto Gómez.
Otro cambio cuestionado ordenado por la fiscal de la Nación, fue el del fiscal Frank Almanza, quien llevaba varios años investigando a un clan familiar presuntamente vinculado al narcotráfico, según Wayka.
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