El alza aprobada este jueves por el Comité de Política Monetaria de la institución bancaria es la mayor que se aplica en el Reino Unido desde 2008, a raíz de la crisis financiera mundial.
Los especialistas de la entidad pronosticaron que la economía británica entrará en recesión partir del último trimestre del año, y podría prolongarse durante todo el 2023, como resultado de la inflación, la cual llegaría al 13,3 por ciento en octubre.
Según explicaron, los precios de la electricidad y el gas, unido a las interrupciones en la cadena de suministros provocadas por la pandemia de Covid-19 y el tenso mercado laboral doméstico son los responsables principales del aumento de la tasa inflacionaria.
A partir de estas consideraciones, el comité votó a favor de subir la tasa bancaria en 0,5 puntos porcentuales, hasta un 1,75 por ciento, afirmó la entidad.
Tras el anuncio, la diputada laborista y contraparte del ministro de Hacienda en el llamado gabinete a la sombra (opositor), Rachel Reeve, dijo que las predicciones del Banco de Inglaterra son una prueba más de que el gobernante Partido Conservador perdió el control de la economía.
La legisladora también aprovechó para arremeter contra las propuestas económicas y fiscales de los dos candidatos tories que pugnan por reemplazar al dimitente primer ministro Boris Johnson.
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