Después de tres semanas de protestas, en esas pláticas en la provincia de Coclé, con la Iglesia católica como facilitadora, los colectivos populares solicitaron instalar una comisión solo para reformas de la Caja de Seguro Social(CSS), sin privatizar.
La reacción se produjo luego de dos jornadas de deliberaciones sin llegar a consensos y en medio de severas críticas de los movimientos al Ejecutivo por su negativa a aceptar fórmulas de mayor rebaja de tarifa eléctrica, sin utilizar los subsidios; así como el reclamo de nacionalizar empresas mixtas generadoras de energía.
Por su parte, la comitiva del Gobierno propuso la posibilidad de presentar ante la junta directiva de la CSS la participación de nuevos integrantes en la mesa.
Durante el desarrollo del tema, el dirigente de Convergencia Sindical y coordinador de la Comisión de Seguridad Social del Consejo Nacional de Trabajadores, Eduardo Gil, abogó por que en las negociaciones estuviera representado el sector obrero.
En esa cita, integrantes del Frente Nacional por la Defensa de los Derechos Económicos y Sociales(Frenadeso) distribuyeron un libro intitulado El Rompecabezas de la Caja de Seguro Social, un compendio de las políticas erradas que menoscaban la labor de una entidad noble y cuyos servicios públicos de salud impactan en sectores humildes de la población.
El coordinador de Frenadeso, Jorge Guzmán, señaló a nombre de las alianzas que demandaron además al Gobierno un diálogo serio y responsable con los compromisos que contraen.
Las organizaciones insistieron en su propuesta de someter a referendo nacional el futuro de la seguridad social en Panamá, estimular la labor preventiva de salud, no permitir medidas paramétricas como aumento de edad y cuota de jubilación y el crecimiento de la red institucional para brindar servicios en zona de difícil acceso.
Por su parte, el secretario de la CSS, Edwin Salamín, indicó que no hay contradicción en asumir una recomposición de las conversaciones sobre la entidad y que participen todos los grupos necesarios para que haya un diálogo amplio e inclusivo.
También aseveró que la institución no será privatizada y que se respeta su autonomía.
La mesa de diálogo ya evaluó con varios disensos temas como la canasta básica familiar, los combustibles, medicamentos y la educación; y aún están pendientes asuntos como transparencia y lucha contra la corrupción; además de la instalación de una mesa intersectorial para dar seguimiento a lo acordado.
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