La tendencia negativa ascendente se evidenció además en el sondeo del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), en el hecho que, si bien el Legislativo mantiene una desaprobación del 85 por ciento, la porción de quienes no toman partido se redujo de cinco a tres por ciento, merma que migró a la reprobación.
Por el contrario, la aprobación al presidente Pedro Castillo aumentó de 19 a 24 por ciento, pese a que en las últimas semanas la Fiscalía le abrió cuatro investigaciones por presunta corrupción, lo que intensificó la constante campaña política y mediática en su contra, la cual aprovecha sus equivocaciones y limitaciones.
La desaprobación al gobernante se redujo de 71 a 67 por ciento, aunque las opiniones negativas sobre su gestión en el primer año de su administración alcanzan a 53 por ciento, una valoración igual que la del Congreso.
La insistencia de la hegemónica extrema derecha del Congreso de la República en encumbrar a un nuevo presidente salido de sus filas carece de mayoría en la ciudadanía, según la encuesta citada, pues solo la acepta dos por ciento de los consultados.
Por otra parte, el 56 por ciento opinan que, de ser retirado Castillo de la Presidencia deben elegirse un nuevo mandatario y los integrantes del Parlamento.
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