Según el ministro de Finanzas, Christian Lindner, el paquete de medidas implica aumentar el nivel a partir del cual se aplicará el tipo máximo del impuesto sobre la renta del 42 por ciento y subir el importe de los subsidios familiares asignados
Además, está destinado a compensar el efecto multiplicador por el que los alemanes suelen pasar a una escala de impuestos más elevada debido a un aumento del salario para compensar los efectos de la inflación, con lo cual al final disminuye su poder adquisitivo.
De no aplicarse estas medidas, alrededor de 48 millones de personas se enfrentarán a una subida de impuestos a partir de 2023 debido a este fenómeno, precisó Lindner.
«Que el Estado se beneficie (del aumento de los ingresos fiscales) en un momento en que la vida cotidiana se ha encarecido no es justo y además es peligroso para la economía», amplió.
Lindner admitió que el Gobierno está «obligado a actuar» ante el encarecimiento de los precios, en particular los de la energía, luego de que la inflación alcanzara un 7,5 por ciento en julio
«Para muchas personas, la vida cotidiana se ha vuelto mucho más cara. Tememos que suban los precios del gas, la energía y los alimentos», confirmó el ministro del gobierno de coalición del canciller federal Olaf Scholz.
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