Durante el encuentro celebrado en la oficina del mandatario, Koike entregó una petición escrita que incluía otros aspectos relacionados con las medidas de enfrentamiento al virus respiratorio en la urbe metropolitana, así como cuestiones de política energética, resumió un informe oficial.
El pasado mes, el Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar (MHLW) incorporó al personal médico y de los centros de cuidados de ancianos a la cuarta ronda, hasta ese momento exclusiva para individuos mayores de 60 años y aquellos con enfermedades subyacentes o alto riesgo de padecer síntomas peligrosos.
El cambio de política respondió al repunte vertiginoso de los contagios a nivel nacional, calificado por los expertos nipones como una séptima ola pandémica.
Koike recalcó en conferencia de prensa que los policías y los bomberos ocupan un rol importante en el mantenimiento de las funciones sociales, por lo cual también forman parte de los “trabajadores esenciales”, relativo a la calificación otorgada por el MHLW al personal sanitario para justificar su inmunización.
A propósito de la cuarta vacuna, Kishida recibió hoy su respectiva dosis en un centro de las Fuerzas de Autodefensa de Tokio y se sumó a los otros 17,8 millones de japoneses inyectados en esta vuelta, comunicó el gobierno.
El nuevo titular del MHLW, Katsunobu Kato, declaró públicamente que disminuyó un poco la elevada incidencia del virus a nivel nacional, sin embargo, persiste la sobrecarga del sistema de atención médica debido al aumento de los ingresos hospitalarios, de los casos graves y de las muertes.
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