Fue un hecho fortuito “malinterpretado y usado por mis adversarios políticos para seguir mellando mi imagen”, afirmó en un mensaje de Twitter.
Afirmó que fue “una acción voluntaria de un efectivo de seguridad que quiso evitar que mi lumbalgia recrudezca y se ofreció amablemente a dicha acción”.
El incidente se registró ayer en una visita presidencial a la región noramazónica de San Martín y registrado en videos difundidos por redes de Internet, lo cual generó fuertes críticas, en medio de una persistente campaña mediática en su contra.
“Nunca le pedí u obligué a que lo hiciera. Y no pude hacerlo yo mismo porque desde hace un tiempo uso chaleco antibalas para proteger mi vida de cualquier riesgo o amenaza”, agregó Castillo.
Expresó su respeto a las críticas de la Defensoría del Pueblo y demás instituciones sobre el hecho, que calificó como anecdótico, pero remarcó que no existió, ni existe maltrato, ni discriminación”.
Respeto y agradezco la preocupación de la defensoría del Pueblo y demás instituciones sobre este anecdótico hecho y remarcó que “no existió, ni existe un maltrato, ni discriminación”.
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