El informe indica que, mientras la cesta de la compra para el conjunto de los hogares alemanes aumentó 7,5 por ciento interanual en julio, las familias con bajos ingresos tuvieron que pagar hasta 8,4 por ciento más por sus necesidades típicas.
En ese sentido, el instituto IMK de la Fundación Hans Böckler, cercana a los sindicatos, detalló en su análisis mensual de la inflación que los solteros con ingresos elevados fueron los menos afectados por la subida de precios (su costo de la vida aumentó 6,4 por ciento).
Según el IMK, el hecho de que los hogares con bajos ingresos se vean especialmente afectados por la inflación se debe a que los principales factores de precios actuales -la energía y los alimentos- desempeñan un papel especialmente importante en sus gastos.
El instituto añadió que esto se debe a que los aumentos adicionales de los precios de la energía en los hogares tendrán un impacto particularmente fuerte en las familias con menores ingresos.
Según el director del IMK, Sebastian Dullien, para evitar un desequilibrio social en los próximos meses sería más adecuada otra tarifa plana de energía para todos los hogares, así como un tope de precio para un consumo básico de gas.
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