De este modo se pone en marcha una cuestionada política de privatización en la que la corporación extranjera asume por 30 años la operación de los terminales de cruceros de la bahía de San Juan, con una aportación de capital privado de más de 400 millones de dólares.
Según el gobernante, el contrato atenderá las necesidades de infraestructura y modernización de siete muelles, en un acuerdo de alianza público-privada (APP) entre la Autoridad de Puertos y San Juan Cruise Port, subsidiaria de la corporación turca.
La selección de la corporación es el resultado de un proceso secreto de licitación que comenzó en el año 2017, durante el gobierno de Ricardo Rosselló Nevares, forzado a renunciar por un levantamiento popular en el verano de 2019.
Pierluisi apuntó que el objetivo es hacer frente al deterioro de los muelles de cruceros, optimizar sus condiciones estructurales y modernizarlos para atemperarlos a las exigencias de la industria de cruceros.
La idea es aumentar el acceso cruceros en Puerto Rico y afianzar el posicionamiento de la isla como destino turístico marítimo en el Caribe.
Como parte del proceso, la AAPP presuntamente realizó un estudio de deseabilidad y conveniencia que analizó diversas opciones para atender la situación de los terminales de cruceros de la Autoridad de Puertos.
El estudio concluyó que una alianza público privada es el mecanismo adecuado para el proyecto, porque viabiliza la inversión capital necesaria para llevar los terminales a estándares de clase mundial y maximizar el impacto del sector de cruceros en la economía y el turismo en esta isla del Caribe, bajo dominación colonial de Estados Unidos desde hace 124 años.
“El sector de cruceros siempre ha sido un componente importante de nuestra cara al mundo, y no hemos podido aún competir a gran escala con otras jurisdicciones que se están transformando para atraer más barcos y mejorar sus facilidades”, dijo Pierluisi.
El mandatario puertorriqueño negó que la empresa privatizadora de los muelles capitalinos tenga entre sus inversionistas a un banco ruso.
“Esta es una subsidiaria que crea Global Ports Holding, una entidad organizada en Gran Bretaña, pública, (pues) sus acciones trafican en la bolsa en Londres; esto no es una entidad rusa, ni es controlada por ningún inversionista o accionista ruso”, dijo Pierluisi en tono molesto.
El gerente de San Juan Cruise Port, Federico González-Denton, rechazó cualquier vínculo de la empresa matriz con un banco del gobierno ruso, a la vez que refirió que la sede de la empresa está en Gran Bretaña, que al igual que Estados Unidos ha acogido sanciones contra Rusia tras la operación militar en Ucrania.
La empresa opera en 26 puertos de 14 países, incluyendo los terminales de cruceros en las Bahamas y Antigua y Barbuda en el Caribe; Málaga y Barcelona, en España; varios terminales en Portugal, Italia, Malta, el mar Adriático, y Singapur, entre otros destinos.
mem/nrm