Las operaciones se reactivaron luego de que un pescador local encontrara un cráneo humano en la bahía de Keikichi, a unos 12 kilómetros del lugar donde naufragó el Kazu 1 el pasado 23 de abril.
El reciente hallazgo incluyó además ropa interior de mujer, pantalones y zapatillas deportivas, que ahora se encuentran en posesión de las autoridades para determinar la identidad de sus propietarios y la relación con el siniestro.
La búsqueda se extenderá hasta el 20 de agosto a lo largo de la línea costera entre Kamuiwakka Falls y Shiretoko Cape Lighthouse, con la intervención de lanchas patrulleras y helicópteros.
En tierra la pesquisa contará con la asesoría de un cazador profesional porque el área designada constituye hábitat natural de los osos pardos.
De acuerdo con la Guardia Costera, entre junio y julio de este año Rusia reportó el descubrimiento de tres cuerpos, de los cuales dos aparecieron en la isla Kunashiri (una de las Kuriles bajo soberanía rusa) y otro al sur de la isla Sajalín. En los tres casos hubo coincidencias genéticas con las muestras de ADN (ácido desoxirribonucleico) proporcionadas por Japón.
Cuando se complete el proceso de repatriación de los cadáveres, los expertos nipones reconfirmarán su identidad.
Si los resultados son positivos se reducirían a nueve los desaparecidos, de las 26 personas a bordo del Kazu 1 en el momento de su hundimiento.
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