Esos comicios locales, en los cuales se decidirán los aspirantes al Congreso, se retrasaron desde su fecha original de junio hasta el venidero martes 23 de agosto como consecuencia de los problemas para definir los mapas electorales de los distritos neoyorquinos.
Las disputas evidenciaron divisiones internas generacionales, raciales, de género e incluso ideológicas que finalmente resultaron contraproducentes, advirtió un análisis en el diario The Washington Post.
Finalmente, en la contienda del distrito 12 de Manhattan, por ejemplo, se enfrentarán dos pesos pesados del partido azul: los representantes demócratas Jerry Nadler y Carolyn Maloney, presidentes del Comité Judicial y del Comité de Supervisión de la Cámara Baja, respectivamente.
Eso significa que a la larga los demócratas dejarán de estar al frente de un comité legislativo y “eso es una pérdida de influencia”, dijo al Post Evan Stavisky, consultor de campaña.
En las últimas semanas, Nadler tomó la delantera en las encuestas y recibió el respaldo tanto del líder de la mayoría del Senado, Charles Schumer, como el apoyo del influyente periódico The New York Times.
La reorganización dejó un espacio en el distrito 10, por el cual compiten ahora una docena de candidatos, incluidos el actual representante Mondaire Jones y Dan Goldman, abogado principal del primer juicio político contra el expresidente Donald Trump.
En general, los electores de ambos sitios se inclinan fuertemente por los demócratas, lo cual indica que el ganador de las primarias prevalecerá en las elecciones generales del 8 de noviembre y obtendrá un escaño en el Congreso federal.
Las primarias neoyorquinas también estarán matizadas por el hecho de que muchos residentes de ese estados se encuentran fuera del territorio en esta etapa veraniega.
Dentro de Estados Unidos, Nueva York es considerado uno de los estados que históricamente se inclinan a favor de candidatos demócratas tanto para el Congreso como para la Casa Blanca.
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