Resguardado con la máxima de que convicciones son esperanza, Lula, candidato del Partido de los Trabajadores (PT) al poder, responderá preguntas durante 40 minutos a partir de las 20:30, hora local, de los entrevistadores William Bonner y Renata Vasconcellos.
Al programa fueron invitados los cinco pretendientes mejor colocados en la encuesta publicada por el Instituto Datafolha el 28 de julio: Lula, el mandatario de tendencia ultraderechista Jair Bolsonaro, el exministro Ciro Gomes, la abogada Simone Tebet y el diputado André Janones, quien después retiró su candidatura.
Un sorteo realizado el 1 de agosto con representantes de los partidos definió las fechas y el orden de las entrevistas.
Lula llegó a la presidencia en 2002 con la mayor votación porcentual de la historia de Brasil, marca que se mantiene desde entonces.
Anteriormente, fue derrotado en tres campañas presidenciales y actuó como líder del PT en la Asamblea Constituyente que elaboró la Constitución Federal de 1988.
En julio de 2017, el entonces juez Sérgio Moro condenó, sin pruebas, al líder petista a nueve años de prisión por supuestos actos de corrupción. El Tribunal Regional Federal de la IV Región se refirió a la decisión en enero del año siguiente y aumentó la pena a 12.
Tras cumplir 580 días de prisión política salió en libertad el 8 de noviembre de 2019 y en marzo de 2021 recuperó sus derechos políticos y la posibilidad de presentarse a la carrera por el Palacio del Planalto (sede del Poder Ejecutivo). Ahora nuevamente Lula aspira a un tercer mandato presidencial con la promesa de repetir los logros sociales entre las clases más vulnerables, así como reconstruir el país, como vaticina en casi todos sus discursos.
Recientemente prometió que expulsará del poder al exmilitar gobernante.
«Que no tenga miedo de Lula porque será el pueblo el que lo va a sacar de la Presidencia», afirmó en un acto proselitista en el Valle de Anhangabaú, en Sao Paulo.
Brasil está enfrascado en una tensa campaña electoral, que comenzó oficialmente el 16 de agosto, con una apreciable ventaja en las encuestas de opinión para el expresidente, con cerca del 50 por ciento de favoritismo frente al 30 de Bolsonaro, quien ambiciona reelegirse.
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