Esto ocurre mientras los inversores esperan que el presidente de la Reserva Federal (Fed) de los Estados Unidos, Jerome Powell, adopte un tono más duro en un simposio esta semana sobre los mecanismos financieros.
Un estado de ánimo más alcista en los mercados también ayudó al euro, así como a las divisas vinculadas a la confianza general de los inversores, como el dólar australiano, que subió uno por ciento.
Luego de superar la paridad en las primeras operaciones europeas, la moneda única volvió a situarse por debajo de ella, con el ánimo mermado por la publicación de un índice que mostró la moral empresarial en Alemania decrecida en agosto a su nivel más bajo desde junio de 2020.
El índice dólar, que mide el desempeño del billete verde frente a seis divisas, bajó 0,2 por ciento, a 108,39, pero no se alejó de su máximo desde septiembre de 2002, a 109,29, que tocó a mediados de julio.
Por su parte, el euro ganó 0,5 por ciento, a 1,0033 dólares, después de alcanzar esta semana su nivel más bajo en 20 años por debajo de la paridad. Posteriormente recortó sus avances para cotizar con una subida del 0,1 por ciento a 0,9978 dólares.
mem/rfc