De esa forma lo valoró el sitio web FiveThirtyEight luego de analizar los resultados de votaciones especiales realizadas en las últimas semanas en varios estados donde algunos puestos quedaron vacantes de manera inesperada.
Por ejemplo, el demócrata Pat Ryan derrotó al republicano Marc Molinaro en una disputa para el Congreso en representación del distrito 19 de Nueva York y en el distrito 23, de tradicional voto republicano, el conservador Joe Sempolinski derrotó al azul Max Della Pia por una diferencia más estrecha de lo esperada.
Por sí solas, estas elecciones podrían ser consideradas casualidades, atribuidas a factores locales o a candidatos particularmente fuertes o débiles; sin embargo, son parte de un patrón más amplio de buenos resultados para los del partido del presidente Joe Biden, indicó FiveThirtyEight.
El análisis agrega que cuando a una tolda política le va bien en elecciones especiales de manera constante, definido no por ganar o perder, sino por superar el partidismo de base de un estado o distrito, a menudo es una señal de que el entorno político nacional favorece a ese partido.
En este caso, eso es un buen augurio para los demócratas con vistas a los comicios del 8 de noviembre, cuando los estadounidenses escogerán todos los miembros de la Cámara Baja, un tercio del Senado, así como otros cargos a niveles locales.
Desde fines de junio, después de que la Corte Suprema emitiera su decisión de anular el derecho consitucional al aborto, los demócratas superaron sus márgenes esperados en las cuatro elecciones especiales realizadas.
Eso es inusual, dado que históricamente las encuestas suelen empeorar, no mejorar, para el partido gobernante a medida que se acercan las elecciones intermedias, aseveró el medio.
Otras noticias impulsan a los demócratas, como la aprobación de la ley sobre el clima, la atención médica y los impuestos, mientras de manera general el precio de la gasolina disminuye, lo que podría debilitar la potencia de los ataques republicanos contra la inflación.
A su vez, el índice de aprobación del presidente estadounidense, Joe Biden, subió ligeramente, a un 41 por ciento tras una mala racha iniciada en agosto del año pasado, a raíz de la caótica retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán.
No obstante, advierte FiveThirtyEight, nada de eso es garantía para el éxito demócrata en noviembre, “como mismo se desarrollaron esos acontecimientos, otros, quizás mejores para los republicanos, pueden reemplazarlos”.
Si bien es difícil negar que el equipo de Biden tienen el impulso en este momento, la pregunta pendiente es si podrán mantener el ritmo, concluyó el texto.
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