La partida del ingenio -considerado el más poderoso del mundo- será desde los sistemas de tierra en el Centro Espacial Kennedy en Cabo Cañaveral, Florida, y volará 450 mil kilómetros desde la Tierra.
Impulsado por un par de propulsores de cinco segmentos y cuatro motores RS-25, el cohete alcanzará el período de mayor fuerza atmosférica en noventa segundos, precisó la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (NASA).
Artemis I será una prueba de vuelo sin tripulación que proporcionará una base para la exploración humana del espacio profundo.
A medida que la nave orbite alrededor de la Tierra, desplegará sus paneles solares y luego de la propulsión criogénica Orión tendrá el impulso necesario para viajar hacia la Luna.
Expandirá una serie de pequeños satélites, conocidos como CubeSats, para realizar varias demostraciones y experimentos.
Orión –que volará a unos 100 kilómetros sobre la superficie de la Luna- pasará a través de los cinturones de radiación de Van Allen, seguirá más allá de la constelación de satélites del Sistema de Posicionamiento Global y por encima de los de comunicación en órbita terrestre.
El viaje de ida a la Luna llevará varios días, tiempo en que los ingenieros evaluarán los sistemas de la nave y de ser necesario corregirán su trayectoria.
Para su viaje de regreso, Orión realizará otro sobrevuelo cercano a los 96 kilómetros de la superficie de la Luna e ingresará a la atmósfera del planeta Tierra viajando a 11 kilómetros por segundo.
Después del amerizaje, los buzos de la Marina de Estados Unidos y los equipos de operaciones de Exploration Ground Systems de la NASA inspeccionarán la nave en busca de peligros y conectarán las líneas de servicio y remolque.
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