Pese a ello, voceros del BCE descartaron este martes un trance como el de 2008, incluso con una recesión moderada en la zona euro
La economía de la zona euro se enfrenta a una ralentización tras el fuerte rebote del crecimiento experimentado, que incluso podría llegar a convertirse en una recesión moderada, dijeron.
A pesar de los nefastos signos, el economista jefe del BCE, Philip Lane, calmó a los inversionistas en el sentido que todo ello está lejos de la crisis de hace 14 años.
Dijo que todos los análisis apuntan a una ralentización de la economía, insistió durante una entrevista con periodistas, cuando subrayado que si llegaran a registrarse algunas semanas de recesión, eso no debería dramatizarse demasiado.
En este sentido, el economista irlandés defendió que, a diferencia de lo ocurrido durante la crisis que desembocó en la Gran Recesión, el sistema bancario de la eurozona en general está en buena forma, algo extendido a los hogares y las empresas, mucho menos endeudados comparado con entonces.
Sin embargo, el precio del gas sigue su cuesta ascendente y eso incide de forma importante.
Por otro lado, anticipó que en la segunda mitad del año ocurrirán reducciones en el nivel de la demanda, ya que la ralentización ayuda a reducir las presiones inflacionistas.
De cualquier manera, otras voces consideran elementos preocupantes como el conflicto en Ucrania, las presiones de occidente contra Rusia, los valores de la energía y un cruento invierno europeo a las puertas, sumados a la inflación mencionada.
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