La norma que también suscribe el ministro de Salud, Luis Francisco Sucre, regula el uso y acceso del producto y sus derivados, con fines terapéuticos, médicos, veterinarios, científicos y de investigación en todo el istmo.
Cortizo afirmó en la ceremonia en Palacio de las Garzas (sede del Ejecutivo) que de esta manera se espera dar alivio a miles de pacientes que han esperado esta solución por largos años.
Esta reglamentación será aplicable a las personas jurídicas que importen, exporten, siembren, cultiven y comercialicen el cannabis y sus derivados con fines medicinales o científicos.
Con esta normativa, también quedan protegidos los datos de los pacientes inscritos en el Programa Nacional para el Estudio y Uso Medicinal del Cannabis y sus derivados.
Otro decreto crea la Dirección Nacional para el Monitoreo de las Actividades Relacionadas con el Cannabis Medicinal.
La segunda normativa la firmaron el jefe de estado y el titular de Seguridad Pública, Juan Manuel Pino, a quien se le subordina el nuevo ente integrado por funcionarios de la Policía Nacional, Servicio Nacional Aeronaval, Servicio Nacional de Fronteras y otros órganos especializados.
«Nuestra intención es impulsar a mediano y a largo plazo, el establecimiento de empresas locales y extranjeras que puedan abastecer el mercado interno, utilizando materia prima producida en Panamá», indicó Cortizo.
Señaló que mientras ello ocurra, tendrán que autorizar la importación de medicamentos a base de cannabis, fitofármacos y productos terminados que les permitan atender las necesidades de los pacientes durante los dos primeros años, a partir de la entrada en vigencia de la reglamentación.
Según medios de prensa, en América el empleo terapéutico de la planta ha sido aprobado en Chile, Perú, Paraguay, Puerto Rico, Argentina, Colombia y en Estados Unidos.
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