No es justo, alega una declaración enviada a Prensa Latina en Beirut, que los agricultores libaneses carguen con la culpa de contrabandistas de drogas.
La nota demanda del Ministerio libanés de Agricultura trabajar por un plan estratégico que asegure mercados alternativos ante la decisión saudita de llevar los labriegos nacionales a la ruina.
El gremio de los granjeros manifestó su solidaridad con las posturas de refuerzo a la unidad nacional frente a las presiones externas con las cuales se pretende socavar la soberanía libanesa.
Mientras, la Reunión Nacional de Autoridades Agrícolas de Líbano calificó de decisión política la adoptada por el reino saudita de suspender la importación de productos agrícolas de este país.
En una declaración al término de esa cita, los asistentes emitieron un llamamiento al presidente Michel Aoun y a las autoridades correspondiente de encontrar destinos de las cosechas agrícolas libanesas.
El encuentro convocó a la cooperación y a cerrar filas en el sector agrario para enfrentar las repercusiones derivadas de la injusta medida saudita.
Este domingo, entró en vigor un decreto de Riad de prohibir el ingreso de productos agrícolas libaneses, tras detectar en un cargamento de granadas cinco millones de píldoras de captagon, un fuerte estimulante compuesto por anfetaminas y cafeína.
Con posterioridad, otras organizaciones de agricultores libaneses desestimaron la acusación, al explicar que el país de los cedros hace años dejó de ser un exportador de esa fruta y se convirtió en importador.
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