Desviaron suministros, como la mezcla de maíz y soja, para alimentar a sus combatientes, además de sustraer combustible de los vehículos involucrados en acciones de asistencia humanitaria en la región de Tigray, denunció la entidad por medio de un comunicado.
Según el texto, la evidencia de ese proceder es la “recuperación de alimentos que realizaron las huestes gubernamentales en los refugios abandonados por el grupo en la región de Amhara”, lo cual “muestra las atrocidades continuas del TPLF (siglas en inglés) contra su propio pueblo”.
Arrancar la ayuda alimentaria almacenada para aliviar a las personas que sufren de hambre, es un delito habitual de esta organización terrorista, agrega la comunicación, que también notificó el repudio de Naciones Unidas y otros organismos internacionales a ese acto.
Desde que atacó al ejército federal por tercera vez en menos de dos años y rompió la tregua el 24 de agosto de 2022, el TPLF asaltó las regiones de Amhara y Afar, mató a civiles, saqueó sus propiedades y desplazó a millones, señaló la Fuerza de Defensa Nacional.
“Tiene una larga historia de saquear productos de todo tipo para redirigirlos a la guerra y una muestra de ello es que recientemente robó 570 mil litros de combustible del almacén del Programa Mundial de Alimentos en Mekele (capital de Tigray), destinado a la distribución de ayuda de emergencia”, agregó.
Este comunicado incrementa las imputaciones de las autoridades federales contra el Frente, acusado también de arrebatarle alimentos a la población, bombardear a civiles, realizar reclutamientos forzosos y obligar a niños a participar en operaciones militares.
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