Según informó el presidente del comité partidista, Graham Brady, desde un centro de convenciones en el centro de Londres, Truss obtuvo 81 mil 326 votos, mientras que el exministro de Hacienda Rishi Sunak logró el respaldo de 60 mil 399 de los más de 172 mil conservadores que participaron en el concurso de liderazgo.
La membresía del partido tory con derecho al voto tuvo alrededor de seis semanas para escoger, por correo postal o electrónico, al relevo de Johnson, a quien sus propios ministros obligaron a dimitir el 7 de julio pasado por una serie de escándalos que pusieron en entredicho su liderazgo.
Al margen de las rencillas internas, la campaña electoral de Truss y Sunak estuvo marcada por la crisis del costo de la vida que afecta a millones de británicos, y amenaza con recrudecerse a partir del invierno, con la aplicación de una nueva alza de la tarifa energética.
En un breve discurso a la nación tras anunciarse el resultado, la flamante gobernante electa dijo agradeció a “su amigo” Johnson por concretar la salida del Reino Unido de la Unión Europea, derrotar al laborista Jeremy Corbyn en las elecciones generales de 2019.
También dio crédito al primer ministro saliente por el éxito de la campaña de vacunación contra la pandemia de Covid-19, y por haber enfrentado, dijo, a “Vladimir Putin”, en alusión al apoyo de Londres a Kiev tras la operación militar rusa en Ucrania.
Tras agradecer a sus correligionarios por escogerla, Truss afirmó que cumplirá sus promesas de campaña de reducir los impuestos para aliviar el impacto de la crisis del costo de la vida.
La nueva primera ministra, tercera en la historia del Reino Unido después de Margaret Thatcher (1979-1990) y Theresa May (2016-2019), deberá esperar al martes para ser nombrada formalmente en el cargo por la reina Isabel II.
La audiencia real tendrá lugar en Balmoral, la residencia de verano de la monarca en Escocia, debido a la los problemas de movilidad que afectan a la jefa de Estado.
Johnson también tiene previsto despedirse mañana de la nación desde las afueras de la residencia oficial del jefe de Gobierno en el número 10 de Downing Street, antes de presentar oficialmente su renuncia a la reina.
En opinión de analistas, a Truss le espera una tarea ardua, porque no solo tendrá que lidiar con la crisis económica, sino tratar de recomponer la unidad y credibilidad del Partido Conservador tras el escandaloso mandato del gobernante saliente.
El hecho de que fuera escogida por apenas el 0,3 por ciento del electorado británico representa un reto adicional, pues según un sondeo realizado por la firma YouGov a finales de agosto, el 52 por ciento de las personas encuestadas vaticinó que su gestión será ´mala´.
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