En el caso del abanderado del Partido de los Trabajadores (PT), el ministro Carlos Horbach descartó irregularidades y alejó la ocurrencia de inelegibilidad.
Por sexta ocasión, Lula disputará una elección presidencial. En 1989, 1994 y 1998 fue derrotado, pero en 2002 y 2006 resultó elegido y reelegido.
El pleno de la corte también aprobó la inscripción del empresario José Maria Eymael, pretendiente de la Democracia Cristina, y del exgobernador Geraldo Alckmin para candidato a vice en la fórmula del PT.
Para el juez, Eymael también cumplió todos los requisitos previstos en la legislación y, por lo tanto, está apto para concurrir al cargo de presidente de la República. João Barbosa Bravo, vice en el dúo, tuvo además el nombre aprobado.
«Con esa decisión, se garantiza el jingle político más tradicional de la historia de las elecciones presidenciales de este país», comentó el magistrado después del voto.
Por unanimidad, el tribunal validó el martes los registros de designio a la reelección del mandatario de tendencia ultraderechista Jair Bolsonaro y su vice, el general Walter Braga Netto, ambos del Partido Liberal.
Hasta la fecha, el TSE juzgó 12 candidaturas. Del total, 11 fueron aprobadas y dos canceladas, la de Pablo Marçal, que competía por el Partido Republicano de la Orden Social, y la de Roberto Jefferson, quien disputaba por el Partido Trabalhista Brasileño.
La petición de Marçal fue revocada a principios de agosto tras un ala de su organización política manifestarse por apoyar a Lula, en la primera vuelta del próximo sufragio.
El TSE negó asimismo la de Jefferson, en virtud de una condena recibida en 2012 en el caso del llamado Mensalão (variante de la palabra mensualidad, usada para referirse a una mesada pagada a diputados para votar a favor de proyectos de interés del Poder Ejecutivo en 2005).
Instancias inferiores de la Justicia Electoral analizan los registros para otros cargos en disputa (senador, gobernador, diputado federal, estadual y distrital).
La primera vuelta presidencial está prevista para el 2 de octubre, cuando más de 156 millones de brasileños acudan a las urnas.
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