Según el portavoz del gobierno de este territorio, Wilfried Léandre, la contribución de Kigali no implicaría el aporte de fuerzas castrenses para combatir a los elementos extremistas, los cuales con sus violentas acciones amenazan la seguridad de las naciones de África Occidental.
El funcionario detalló que el respaldo logístico ruandés se enfocaría en aportaciones de conocimientos técnico-militares.
Grupos radicales como el Estado Islámico y otros entes vinculados a la red terrorista al-Qaeda en los últimos meses atacaron objetivos militares y civiles en países costeros como Benín (oeste de África), Costa de Marfil y Togo.
En el caso de Benín, las fuerzas armadas se concentran en zonas norteñas para contener a las formaciones insurgentes, las cuales realizan ataques desde sus bases en los vecinos Níger y Burkina Faso, apuntaron medios televisivos.
Los nexos en el campo militar entre Porto Novo y Kigali se fortalecieron a raíz de la visita a ese territorio en julio pasado del Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas beninesas, general Fructueux Gbaguidi
jcm/obf