La incidencia de las modificaciones en el comportamiento del clima sobre el sistema económico en este país entre 2009-2018 fue objeto de investigación del Observatorio de Finanzas Climáticas de la Escuela de Administración del PoliMi.
Búsqueda que evidenció cómo el ‘calentamiento global, una causa cada vez más frecuente de fenómenos meteorológicos extremos, es ahora un problema económico por derecho propio’.
Un grado adicional de temperatura determinó una reducción media de facturación y rentabilidad para las empresas italianas del menos 8,0 por ciento y 3,4 por ciento, respectivamente, reflejó la indagación presentada en conferencia en línea con la participación de representantes de instituciones, empresas, inversores y asociaciones comerciales.
En 2018, año particularmente caluroso, ‘nuestro tejido empresarial registró una pérdida de ingresos de 133 mil millones de euros, con el mayor porcentaje de pérdidas en el noreste y el centro’ de la península, detalló la averiguación.
Entre otros muchos pormenores la investigación ejemplificó cómo una inundación puede costar a las empresas de la zona afectada hasta un cuatro por ciento de la facturación y una pérdida de valor de los activos en aproximadamente 0,9 por ciento.
El subdirector de la Observatorio, Vicenzo Butticè, expuso que para encontrar evidencia empírica sólida sobre la relación clima y sistema económico la institución desarrolló una base de datos la cual cruza la información económico-financiera de un millón 154 mil empresas entre 2009 y 2018 con datos meteorológicos de temperatura, precipitaciones y radiación solar desde 1950.
Según el texto publicado aquí, el Observatorio calculó el daño real, no hipotético, debido al aumento de temperatura de un grado centígrado en Italia, y arrojó que las pequeñas empresas fueron las de mayores pérdidas en rentabilidad, con menos 4,0 por ciento y menos 5,3 por ciento en facturación.
Las grandes empresas, con una mejor capacidad de manejar costos y procesos, pese a un descenso de los ingresos y la demanda de casi tres veces (menos 14,6 por ciento), retuvieron la pérdida de márgenes hasta el 3,6 por ciento.
Entre los sectores con mayores afectaciones están la construcción, seguido por las tecnologías de la información, el sector inmobiliario y la investigación e innovación; mientras la fabricación, ventas al detalle, y después, agricultura, turismo y transporte son los que mejor soportaron el impacto, indicó la pesquisa.
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