De acuerdo con declaraciones de la jefa de unidad de bienes patrimoniales de la cartera de Cultura, Berta Cañizales, esos hallazgos pertenecen al área del Gran Coclé y datan de año 700, una vasija policromada; y de 1000-1500, n.e., una vasija monocromada.
La experta precisó que ahora corresponde codificar las piezas para registrarlas como parte del inventario del Museo Reina Torres de Araúz, en esta capital.
El documento de recuperación de las piezas lo suscribieron la canciller, Erika Mouynes, y el vicetitular de Cultura, Gabriel González.
Se trata de un valioso material cerámico prehispánico que representa para Panamá el rescate de parte de su identidad, de la historia como fuente de cohesión social y de orgullo colectivo, indicó Mouynes.
La diplomática resaltó el compromiso del Gobierno de protección al patrimonio cultural prehispánico, los bienes del periodo colonial y el combate al tráfico ilícito de estas piezas.
La recuperación de estas piezas se realizó gracias a gestiones de la embajadora de Panamá en Roma, Ana María Reyes, quien en mayo de 2021, se contactó con el equipo del Museo Nacional Prehistórico y Etnográfico “Luigi Pigorini” para dar seguimiento a las investigaciones sobre el secuestro de objetos arqueológicos procedentes de distintos países.
La cancillería adelantó que en los próximos días se repatriarán piezas provenientes de Estados Unidos, México y Colombia.
Panamá es signataria de la Convención de 1970 sobre las medidas que deben adoptarse para prohibir e impedir la importación, exportación y transferencia de propiedad ilícita de bienes culturales.
Recientemente, el gobierno del país istmeño recibió unas 343 piezas arqueológicas rescatadas en Países Bajos, tras varios años de haber sido identificadas, considerada la repatriación más grande en la historia de Centroamérica.
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