Así lo considera el reconocido analista político Valdo Cruz, de la televisora GloboNews, en un comentario publicado en el portal noticioso G1.
Según Cruz, los asesores del extornero mecánico definieron dos estrategias principales en la recta final de la primera etapa de la consulta del 2 de octubre.
Una será hacer una acción proselitista para estimular la asistencia a las urnas, a fin de evitar una abstención elevada, principalmente en los grupos de electores que actualmente optan más por Lula, como la población de bajos ingresos. En este segmento del electorado, la indecisión suele ser mayor.
La segunda estrategia es atraer el voto de indecisos con el discurso de que la segunda ronda será incluso entre Lula y el mandatario de tendencia ultraderechista Jair Bolsonaro.
Por eso, refiere el comentarista político, «el mejor camino sería anticipar esa disputa para ahora y cerrar la elección en la primera vuelta, contribuyendo a calmar los ánimos en el país».
Y para garantizar ese resultado en la primera etapa, asegura el curtido periodista, «el comité de Lula cuenta con la fuerte movilización petista en todas las elecciones, que siempre garantiza un aumento de votos para sus candidatos en la recta final». Un tercer foco de la campaña será concentrar los actos, en estas últimas dos semanas en el Sudeste, principalmente en Sao Paulo.
El equipo del exsindicalista analiza que el «movimiento de votos» en Sao Paulo determinará si habrá o no segunda vuelta en la justa comicial.
Los asesores de Lula evalúan que si el candidato al gobierno paulista, Tarcísio de Freitas (Republicanos), deja de subir y el actual gobernador Rodrigo Garcia (Socialdemocracia) sigue creciendo, Bolsonaro habrá alcanzado su techo en el estado, beneficiando al expresidente al final de la primera ronda.
«El movimiento electoral de Sao Paulo determinará si habrá o no segunda vuelta», dijo al blog uno de los coordinadores de la campaña del líder petista, sin ser citado su nombre.
En su evaluación, si este escenario se confirma, puede abrir espacio no solo para el avance de García, sino también para el crecimiento de la candidatura del exdirigente obrero en Sao Paulo, lo cual podrá caracterizar las condiciones para una victoria aún en la primera vuelta.
Lula creció tres puntos porcentuales en una semana y alcanzó un 44 por ciento de las intenciones de voto en la nueva encuesta del banco BTG y la agencia de comunicación FSB, publicada este lunes. Bolsonaro apareció con 35, el mismo porcentaje del sondeo anterior.
mem/ocs