El juicio por el mayor escándalo de corrupción en el continente, según catalogan analistas, se caracterizó la primera semana por la lectura de 813 páginas de la investigación, reabierta aquí en 2017.
En ese proceso, conducido por la jueza a cargo Baloisa Marquínez, el Ministerio Público (MP) narró cómo la constructora brasileña realizó pagos de sobornos a funcionarios panameños, para obtener contratos de importantes obras públicas en el país.
De acuerdo con la Fiscalía, las coimas se hicieron a través de una división de operaciones estructuradas.
También se detalló el esquema de blanqueo, así como la conformación de sociedades anónimas para recibir y transferir el dinero ilícito de la empresa y la participación de exfuncionarios en el esquema de corrupción, entre ellos los expresidentes de la República Ricardo Martinelli (2009-2014) y Juan Carlos Varela (2014-2019).
Luego de la lectura de los escritos de oposición, que apenas comienza, se dará la fase de argumentación, mediante la cual el MP deberá sustentar a la jueza la vista fiscal, justificar las pruebas incorporadas, y en otra etapa debatir la responsabilidad penal.
Según la Fiscalía, Odebrecht pagó en Panamá coimas por más de 50 millones de dólares.
La vista, iniciada el pasado 12 de septiembre se extenderá hasta el día 30 de este mismo mes, según precisó la jueza a cargo Baloisa Marquínez, ante solicitudes de representantes de varios de los 50 imputados para abreviar el proceso.
Letrados como el Fiscal Superior, Mahmad Daud Hasan, sustentaron la víspera que el entramado de Odebrecht es el mayor atraco de fondos públicos visto. Los sobornos eran pagados por la empresa de forma sistemática: antes, durante y después de los contratos de obras.
Odebrecht admitió ante las autoridades de Estados Unidos haber pagado cifras millonarias en sobornos en una docena de países, casi todos en África y Latinoamérica, por lo que se le impuso una multa de dos mil 600 millones de dólares.
En Panamá, la empresa y la Fiscalía acordaron en 2017 que la compañía pagaría al Estado unos 220 millones de dólares en un plazo de 12 años.
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